Parece que ya se existen adictos a internet hasta sonámbulos. El primer caso, al menos, ya ha sido probado y documentado por una universidad de Ohio en Estados Unidos.
Se trata de una mujer de 44 años que dormida envió tres correos electrónicos a contactos personales y al despertar no recordaba absolutamente nada de lo que había hecho. De hecho la mujer se enteró de que los había enviado al día siguiente al recibir respuesta de sus contactos.
Según la narración de los hechos, la mujer se fue a la cama sobre las 10 de la noche y dos horas después, mientras dormía, envio tres correos. Sorprende la cantidad de acciones que la mujer tuvo que hacer dormida: encender el ordenador, entrar en internet, en su cuenta de correo incluyendo usuario y contraseña y al final enviar los mensajes, que por otro lado, tenían coherencia semántica al menos aunque no un significado claro para las personas que los recibieron.
En concreto uno de ellos era: “ven mañana y arregla este infierno. Cena y copas, 4 p.m.. Trae sólo vino y caviar”. En otro decía escuetamente: “pero qué….”
Algunos medios especializados denominan a este efecto zzz-mailing aunque no hay casos documentados hasta ahora y sorprende por la complejidad de las operaciones que la mujer tuvo que hacer en estado de sueño.
Se trata de una mujer de 44 años que dormida envió tres correos electrónicos a contactos personales y al despertar no recordaba absolutamente nada de lo que había hecho. De hecho la mujer se enteró de que los había enviado al día siguiente al recibir respuesta de sus contactos.
Según la narración de los hechos, la mujer se fue a la cama sobre las 10 de la noche y dos horas después, mientras dormía, envio tres correos. Sorprende la cantidad de acciones que la mujer tuvo que hacer dormida: encender el ordenador, entrar en internet, en su cuenta de correo incluyendo usuario y contraseña y al final enviar los mensajes, que por otro lado, tenían coherencia semántica al menos aunque no un significado claro para las personas que los recibieron.
En concreto uno de ellos era: “ven mañana y arregla este infierno. Cena y copas, 4 p.m.. Trae sólo vino y caviar”. En otro decía escuetamente: “pero qué….”
Algunos medios especializados denominan a este efecto zzz-mailing aunque no hay casos documentados hasta ahora y sorprende por la complejidad de las operaciones que la mujer tuvo que hacer en estado de sueño.
